Senderos de amor (Cuento)
-
Hola dice
ella
-
Hola
(contesta él en la orilla del camino)
Y ahí en ese cruzar de los caminos se
encontraron, en ese paraje lejos de todo, lejos de las miradas y de los
prejuicios…solos ahí…estaban como tratando de ver mas allá de las miradas.
-Te puedo
acompañar (dice él)
Ella afirma con
un leve movimiento de la cabeza, tímida y con la mirada baja mientras sus
mejillas se tornaban rosadas como las flores del jardín, luego después de
transcurrir unos segundos eternos ella dice:
-Yo voy por el
mismo camino, estaba aquí por que quise contemplar los arboles y la belleza de
la naturaleza, quería escapar de mi vida rutinaria y llegue aquí. ¿Que lindo es
el paisaje no crees?
-Si (responde
él), es muy lindo yo venia con la misma intención que tu…a veces frecuento este
lugar desde que lo descubrí, que fue hace poco (agrega él)…no pensé encontrar
algo tan bello como tu un día en este lugar.
Ella baja la
cabeza mientras todo su cuerpo reacciona a esas palabras de aquel caballero,
algo había en aquellos dos que ninguno podía explicar…algo asomaba en sus ojos
y él que pensó tener lo que quería en la vida, no sabia como mientras caminaban
por aquel sendero quería saber mas de aquella dama cuyos vestidos rosaban la
tierra y cuyos cabellos ondulaban imponentes ante la belleza de los paisajes.
-Descansemos un
poco debajo de este árbol (dice el)
-Bueno si,
sentémonos un rato (responde ella)
El se sentó
sobre el césped y hace un gesto de ¡alto! con la mano de para aquella hermosa
dama, ella se detiene extrañada pero lo mira con una ternura imposible de
explicar. El caballero saca de su bolsillo un pañuelo blanco y lo acomoda sobre
la hierba y le dice mientras con un movimiento de su cabeza le dice que siga.
-Esta un poco
tibia la arena y tampoco quería que mancharas tus vestidos con el césped
Ella sonríe
diciendo gracias y en su interior algo empezaba a gustarle de aquel hombre que
apareció de la nada en la orilla del camino y que ahora la trataba como tal ves
nunca la habían tratado, aquel hombre que poco a poco le inducia a saber mas de
él. Llovían mariposas y vestigios de amor surgían en el horizonte…todo pasaba
tan rápido que ninguno de ellos podía entender, era como si no se conocieran a
si mismos.
Sentados durante
minutos conversaron, había la sensación cada vez que sabían mas el uno del otro
que ellos ya se conocían, compartieron vivencias y sus corazones se abrieron
como un arroyo que se forma con las lluvias…las aguas que brotaron de aquel
arroyo eran cristalinas, cada uno se sinceró con el otro….no hay nada mas
valioso en el amor.
-¡Vamos quiero
mostrarte otros lugares, sé que te gustaran! (Dice él embargado por una emoción
al conocer mas y mas los gustos de aquella dama)
Se levanta
rápidamente y la toma de la mano, mientras el miraba hacia el frente extendía
su mano hacia atrás como arrastrándola, parecían dos niños jugando en un
bosque. Ella se sorprende que él la tome
de la mano y sin que él lo note, ella mira su mano entre la de él y algo en
ella le dice que se siente feliz con él.
¿Porque siento
que le conozco desde hace mucho? Se pregunta ella, él parecía entender el por qué,
ella lo notaba pero el aun no le decía.
Conocieron
nuevos lugares de aquel bosque de amor las horas se hacían cortas y el día era más
hermoso si estaban juntos. Ella no aguanta las ganas de saber quien es aquel
caballero que en cuestión de horas la había hecho vivir tanto…ignoraba que él
también sentía lo mismo, entonces surge una pregunta de sus hermosos labios,
pregunta que salió como si la empujaran, como si algo muy dentro de ella la
hubiera impulsado cuando la razón le decía no lo hagas:
-¿Te conozco
desde antes?
él se detiene en
el acto sorprendido, jamás pensó que lo preguntaría, gira su cabeza y la mira
fijamente a los ojos, segundos de silencio transcurrieron eternos mientras las
miradas socavaban mas allá de sus ojos…él sonríe y dice:
-
No sé que
pasa pero yo siento lo mismo, jamás había experimentado algo así…siento que tu
y yo ya habíamos estado juntos, siento que nuestro encuentro solo halla
permitido que retomemos algo que no terminamos
Baja la cabeza
tímida mente y luego la sube, la mira fijamente y le dice:
-
Me estoy
enamorando de ti, no lo puedo explicar…sé que es muy pronto Lagrimas brotan
de aquellos ojos lindos y ella dice:
-Siento lo
mismo, me has hecho vivir cosas muy lindas y me siento tan feliz que no me
comprendo a mi misma.
Se abrazan
fuertemente y él le dice al oído:
-yo creo que
puedo explicarlo
Ella lo mira con
esa ternura que la llena, y le pide que por favor le explique
-somos almas
gemelas
Ella lo abraza
como para no dejarlo ir más y lloran juntos de felicidad, pasaron muchas más
horas juntos y nunca regresaron al lugar de donde venían, decidieron seguir por
aquel sendero y adentrarse en los caminos del amor…caminos tan llenos de
riesgos como de felicidades. Pero el amor que sentían ambos les permitiría
resurgir ante los peligros del bosque, Ambos lo creían y no hay mejor armadura
en los caminos del amor eterno.
Por Olek
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